Un total de 26 agentes resultaron heridos y 42 personas fueron detenidas en los graves disturbios ocurridos esta madrugada en un barrio de Londres, donde se quemaron edificios y vehículos, se saquearon tiendas y se lanzaron cócteles molotov.
Según aseguró hoy un portavoz de Scotland Yard, una marcha pacífica anoche para protestar por la muerte de un joven a disparos de la policía fue «secuestrada» por un pequeño grupo de «vándalos descerebrados», que dieron lugar a una escalada de violencia desproporcionada.
La policía mantiene hoy acordonada la zona del barrio de Tottenham, al norte de Londres, donde a altas horas de la madrugada se vivieron escenas de caos y se quemaron coches patrulla, un autobús y varios edificios, seguidos posteriormente de saqueos.
Todo comenzó con una manifestación de unas 120 personas a las 19.20 GMT del sábado cerca de la comisaría de ese barrio para protestar por la muerte de Mark Duggan por heridas de bala a consecuencia de disparos de la policía.
Duggan, de 29 años y padre de cuatro hijos, se encontraba en un taxi cuando falleció el jueves en un incidente en el que también resultó herido otro agente en circunstancias todavía no esclarecidas.
De la marcha pacífica se pasó a una escalada de violencia protagonizada por un pequeño número de jóvenes, según la policía, que provocaron escenas de caos y numerosos daños materiales.
Algunos manifestantes arrojaron objetos contra la policía, que acordonó la zona y tuvo que desviar el tráfico, y agredieron a los agentes con botellas, palos y martillos.
Se quemaron edificios como un supermercado o una tienda de alfombras, y numerosos vehículos ardieron a consecuencia de cócteles molotov, entre ellos dos coches patrulla y una furgoneta policial, y un autobús de dos plantas, según la cadena BBC.
Un centenar de jóvenes, algunos con la cara tapada por pasamontañas, saquearon varios comercios, de los que robaron móviles, televisores, ropa y otros objetos, al tiempo que destrozaron escaparates y se llevaron los artículos en carritos de supermercado y maletas.
Los violentos, adolescentes en su mayoría según los medios británicos, se sirvieron también de cubos de basura para formar barricadas con ellos y dificultar el paso de los coches policiales a calles cuyos comercios saqueaban.
Además del barrio de Tottenham, los disturbios se extendieron hacia el norte y el oeste de la zona, especialmente a Wood Green.
Un portavoz de Scotland Yard confirmó hoy que hay 42 detenidos y que 26 agentes se encuentran heridos, de los cuales dos siguen hospitalizados, al igual que tres civiles.
El Gobierno británico calificó hoy de «totalmente inaceptables» lo sucedido y dijo que «no hay ninguna justificación para las agresiones que sufrieron la policía y la población, ni para los daños materiales ocasionados».
La ministra de Interior, Theresa May, aseguró que «no se tolerará ese desprecio por la seguridad pública y por la propiedad», mientras el alcalde de Londres, el conservador Boris Johnson, se mostró «consternado» frente por las escenas de violencia vividas.
El diputado por esa circunscripción, David Lammy, hizo un llamamiento a la calma y pidió no retornar a conflictos como los sucedidos en el pasado en este barrio.
Lammy aludió a otro incidente ocurrido en esa misma zona hace 26 años, cuando en 1985 otro policía murió por heridas de machete a manos de un grupo de personas y unos 250 agentes resultaron heridos.
De momento la Comisión Independiente de Quejas a la Policía (IPPC) lleva a cabo una investigación sobre la muerte de Duggan, quien presuntamente iba armado con una pistola, si bien el portavoz de Scotland Yard la calificó hoy de «lamentable».