El primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, calificó hoy de la "peor tragedia desde la Segunda Guerra Mundial" al doble atentado perpetrado ayer en Oslo y en la vecina isla de Utøya, que causó al menos 87 muertos.
Stoltenberg hizo esta declaración esta mañana en una rueda de prensa televisada, tras situar la policía la madrugada pasada en unos 80 el número de fallecidos en la isla, donde centenares de jóvenes participaban en un campamento de las juventudes socialdemócratas, el partido del primer ministro.
"Fue un ataque al paraíso de mi juventud, convertido ahora en un infierno", añadió el político, quien antes del atentado tenía previsto acudir hoy a la isla, lugar que había visitado en sus años jóvenes para participar en campamentos juveniles y donde le esperaban ahora correligionarios y amigos.
El ataque en la isla ocurrió sobre las 15.30 GMT, unas dos horas después del atentado con coche bomba en el complejo gubernamental de Oslo, con 7 personas muertas y quince heridos.
El ministro de Justicia, Knut Storberget, en la comparecencia junto a Stoltenberg, confirmó por su parte las informaciones anteriormente difundidas por la policía, según las cuales el presunto autor de la matanza, detenido después de su acción en la isla, es un noruego de 32 años con contactos con la ultraderecha.
Según la policía, el sospechoso tenía "opiniones hostiles al islam", como reveló un registro efectuado en su casa, donde la policía encontró varios mensajes colgados en internet con contenidos ultraderechistas y antimusulmanes.
El sospechoso, detenido tras la matanza en la isla e identificado por medios noruegos como Anders Behring Breivik, actuó en solitario, según las investigaciones policiales en curso.
Testigos relataron a la radio pública NRK que el agresor entró en el campamento juvenil socialdemócrata con uniforme de la policía y se identificó como tal para acceder al recinto.
Según un guarda del campamento, el agresor explicó que iba a revisar la seguridad y, por lo que apreció, llevaba dos armas.