El Ejército sirio irrumpió ayer en varias aldeas sirias fronterizas con Turquía y disparó indiscriminadamente, tras la violenta jornada de protestas del viernes en la que murieron al menos 25 personas, según grupos opositores sirios.
Los llamados Comités de Coordinación Locales en Siria informaron en Facebook de que los soldados entraron a primera hora en el municipio de Badama, cerca de la frontera con Turquía, y abrieron fuego indiscriminadamente contra varias viviendas.
El grupo agregó que los militares, respaldados por seis carros de combate, diez autobuses de los servicios de seguridad y diez vehículos todoterreno, impusieron un cerco total alrededor del pueblo, situado en la provincia septentrional de Idleb.
Sicarios
Los Comités no descartaron un posible ataque militar contra la aldea de Alhmoshe.
La red opositora Sham y Newroz destacaron que hay «intensos disparos» cada vez que el Ejército, los servicios de seguridad y los «shabiha» (matones) entran en las aldeas sirias limítrofes con el territorio turco.
Y agregaron que los heridos son trasladados a la parte turca de la frontera, mientras que los vecinos huyen también de las operaciones del Ejército.
Newroz calculó que más de mil nuevos refugiados cruzaron la noche del viernes a Turquía.
Estas informaciones no han podido confirmarse debido al férreo control de las autoridades que han expulsado, detenido, amenazado y torturado a numerosos periodistas.
Los sucesos ocurren después de que ayer al menos 25 manifestantes fallecieran por la represión de las protestas en distintas partes de Siria, según el último recuento de la organización Flash y Sham.
Saleh al Ali
La jornada de ayer fue bautizada como «Viernes del jeque Saleh al Ali», en homenaje a uno de los héroes contra el colonialismo francés del siglo XIX.
Sin embargo, en un comunicado publicado por la agencia de noticias estatal Sana sus familiares condenaron ayer el uso de su nombre con ese fin.