Las autoridades sanitarias alemanas levantaron hoy la alerta contra el consumo de pepinos, lechugas y tomates crudos tras constatar que la infección con una cepa agresiva de la bacteria «E. coli» tiene «con casi absoluta seguridad» su origen en semillas germinadas.
Así lo anunciaron hoy sendos portavoces del Instituto Robert Koch de virología y el Instituto Federal de Evaluación de Riesgos en una rueda de prensa conjunta en Berlín.
Mantienen la advertencia contra el consumo de esas semillas germinadas en forma de brotes de mungo, soja o de legumbres, después de que las investigaciones apunten a un productor del norteño estado federado de la Baja-Sajonia como origen de la infección que ha causado 29 muertos en Alemania y 1 en Suecia.
Reinhard Burger, director del Instituto Robert Koch, señaló que remite el número de enfermos afectados por la infección de «E.coli» e hizo de nuevo un llamamiento a la población a guardar las mínimas normas de higiene en el manejo de verduras y otros alimentos crudos.
Las sospechas se centran en una granja de cultivo biológico en la localidad de Bienenbüttel, en el distrito de Uelzen, en la que varias de sus empleadas contrajeron la enfermedad hace varias semanas y que suministró sus productos a varios restaurantes entre cuyos clientes se registró un elevado número de enfermos.
Sin embargo, los análisis realizados en esa empresa tras convertirse en sospechosa dieron todos resultados negativos, aunque no se descarta que el foco infeccioso desapareciera tras su brote inicial sin dejar rastro.
Ambos institutos habían advertido oficialmente el pasado 25 de mayo contra el consumo de las citadas verduras para ensaladas en base a los interrogatorios a que fueron sometidos los pacientes ingresados con la infección de «E. coli».