Faltan 15 años para que España vuelva a las tasas de desempleo anteriores a la crisis. No será hasta 2026 cuando la economía española verá caer el porcentaje de parados hasta el 8,9%, cerca del 8,6% que registraba al cierre de 2007. Estas son las nuevas previsiones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que empeora los pronósticos de noviembre.
Para salir de esta situación, la institución que dirige Angel Gurría reitera que hay que modificar la negociación colectiva y reducir las indemnizaciones por despido. En cuanto al PIB español, la OCDE también revisa a la baja sus pronósticos, y prevé que se quedará en el 0,9% este año, y el que viene sólo llegará al 1,6%.
La tasa de paro se situará en el 20,3% al final de este año, y en el 19,3% el próximo. La OCDE ha echado un jarro de agua fría a las previsiones del Gobierno español, empeorando las que ya emitió en noviembre del año pasado. Entonces, previó que este año el paro se quedaría en el 19,8%, y el que viene en el 18,5%. Además, la reducción del desempleo está condicionada a que se acometan reformas tan impopulares como reducir la indemnizaciones por despido de los contratos indefinidos, hasta aproximarse a un contrato unificado.
Desfase
Las previsiones de paro de la OCDE quedan así lejos de los pronósticos del Ejecutivo español, que calcula una tasa de paro del 19,1% este año y del 17,4% el siguiente. De hecho, las previsiones más a largo plazo de la OCDE estiman que la tasa de paro de España se situará en el 14,5% en el cuarto trimestre de 2015 y sólo llegará a un nivel similar al anterior a la crisis en 2026, cuando la tasa de desempleo se situará e el 8,9%, frente al 8,6% registrado al cierre de 2007.
En cuanto al PIB, las estimaciones del conocido como 'Club de los países desarrollados' indican que se producirá un fortalecimiento gradual que permitirá una expansión del Producto Interior Bruto del 0,9% este año y del 1,6% en 2012, gracias a la recuperación de la eurozona y de la exportaciones hacia Sudamérica y otras economías emergentes. También ayudará, en opinión de la OCDE, el cada vez menor impacto negativo del reajuste del sector de la construcción.