El primer ministro islamista de Gaza, Ismail Haniye, condenó hoy el «asesinato» de Osama Bin Laden en una operación de las fuerzas especiales estadounidenses en Pakistán, y dijo que éste era un «mártir de la guerra santa».
«Vemos este (episodio) como una continuación de la política estadounidense basada en la opresión y el derramamiento de sangre musulmana y árabe», dijo Haniye en declaraciones a un grupo de periodistas en Gaza.
El dirigente, que encabeza el movimiento islamista palestino Hamás, calificó a Bin Laden de «combatiente santo árabe», y «pidió a Dios que sea misericordioso con los verdaderos creyentes y los mártires».
Sus declaraciones se producen en momentos en los que Hamás trata de acercarse a occidente mediante un acuerdo de reconciliación con el movimiento nacionalista palestino Al-Fatah, columna vertebral de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), y que debe firmarse el miércoles en El Cairo.
Un portavoz del gobierno moderado de Ramala, Ghasan el-Jatib, había calificado horas antes de «desarrollo para la paz» la desaparición del cerebro de los ataques del 11-S.
«La desaparición de Bin Laden es un buen desarrollo para la paz y la seguridad en el mundo», esgrimió el-Jatib, en la primera reacción de un funcionario de la ANP a la noticia del día.
El portavoz del primer ministro de la ANP subrayó, no obstante, que «lo más importante es deshacernos de la ideología y las creencias radicales de Bin Laden».