Ocho palestinos murieron ayer, y al menos veinticuatro resultaron heridos, en una nueva espiral de violencia en Gaza en la que Israel endureció sus respuestas al lanzamiento de cohetes por parte de las distintas milicias palestinas.
Las últimas tres víctimas son milicianos de la Yihad Islámica que murieron en un ataque aéreo cuando trataban de disparar cohetes contra Israel.
Horas antes, se había informado también de la muerte de otros cinco palestinos, en este caso civiles, en el bombardeo de un tanque israelí contra el superpoblado barrio de Shayaíe.
En un principio la fuente habló de cuatro adolescentes -tres de ellos de la misma familia-, pero la agencia independiente palestina Maan describió a las víctimas como dos menores de 11 y 16 años, y tres adultos.