El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, y el primer ministro británico, David Cameron, pidieron ayer públicamente al líder libio Muamar el «Gadafi y su camarilla» que abandonen el país, al tiempo que mostraron su apoyo a la oposición para que constituya un Gobierno «representativo y responsable». En una carta enviada al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, los dos líderes consideran que el apoyo al Consejo Nacional Libio de Transición (CNLT) debe ser «una señal política fuerte», al calificarle de «interlocutor político válido» y «voz importante para el pueblo libio en esta fase».
«Condenamos el uso de la fuerza contra civiles por el régimen de Gadafi y hacemos un llamamiento a su final inmediato», agregan en la misiva. Sarkozy y Cameron consideran que la salida de Gadafi es necesaria para «acabar con los sufrimientos suplementarios del pueblo libio» y para poner fin al «régimen brutal y la inaceptable violencia y represión en el país». La carta conjunta de los dirigentes francés y británico, que será enviada al resto de los países miembros de la Unión Europea (UE), se produce pocas horas después de que Sarkozy recibiera en el Palacio del Elíseo a representantes del CNLT y les reconociera como sus interlocutores válidos en Libia.
Según asistentes a la reunión, el presidente francés se comprometió, incluso, a proponer al Consejo Europeo de hoy ataques específicos a objetivos militares del régimen de Gadafi con «una finalidad humanitaria», extremo este que no fue confirmado oficialmente. La decisión de Sarkozy irritó a varias cancillerías europeas ya que se produjo en vísperas de la reunión y sin que se haya debatido una actuación conjunta.
Amenazas
Trípoli no tardó ni un minuto en responder a París. El coronel Gadafi amenaza a Sarkozy con la revelación de un «grave secreto» relacionado con la financiación de las campañas electorales, que podrían comportar la caída del presidente de Francia. Por otra lado, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Libia anunció que están estudiando la ruptura de las relaciones con Francia.
Mientras, la OTAN va a enviar más unidades navales al Mediterráneo central para ayudar controlar el embargo de armas a Libia aprobado por la ONU, anunció ayer el secretario general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen. La reunión de ministros de Defensa aliados acordó ayer también encargar a las autoridades militares que elaboren con urgencia planes detallados para poner en marcha medidas activas con el fin de aplicar el embargo de armas aunque aplaza aplicar una zona de exclusión aérea.