El Consejo de Seguridad de la ONU empezó anoche una reunión de urgencia sobre la situación en Libia con un llamamiento del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a adoptar acciones concretas para detener el derramamiento de sangre en el país magrebí.
«Es hora de que el Consejo de Seguridad considere acciones concretas. Las próximas horas y días serán decisivas para el futuro de Libia, así como para toda la región», dijo el máximo responsable de la ONU.
Mientras, EEUU, que ha cerrado su embajada en Trípoli de modo temporal, impondrá sanciones unilaterales y multilaterales contra Libia ante el uso de la violencia por parte de ese gobierno contra su propio pueblo, anunció ayer la Casa Blanca.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, indicó que Estados Unidos congelará la venta de armas y componentes militares a Libia, hasta ahora en estudio, y la «muy limitada» cooperación militar existente entre los dos países desde que restablecieron sus relaciones diplomáticas hace cinco años.
Por su parte, la UE alcanzó un consenso para imponer sanciones a Libia, que incluyen el embargo de armas, la congelación de activos y la prohibición de viajar, pero se espera que la decisión formal se adopte a principios de la semana próxima.