Las peticiones al presidente egipcio, Hosni Mubarak, para que haga «ya» la transición política en su país aumentaron ayer, en particular con los planteamientos expresados por EEUU y la Unión Europea. La Casa Blanca reiteró su «firme condena» a los actos de violencia en las calles de El Cairo e indicó que si el Gobierno de Mubarak ha instigado alguna acción de ese tipo, «debe cesar inmediatamente».
En su rueda de prensa diaria, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, reiteró que ya «ha llegado el momento de una transición» que incluya «las voces de la oposición» de cara a unas elecciones «libres e imparciales».
«Ya es ya. 'Ya' no es septiembre. 'Ya' llegó ayer. Es lo que el pueblo egipcio quiere, un proceso de transición», insistió el portavoz, en alusión al discurso que pronunció Mubarak en la televisión estatal egipcia en el que anunció que no se presentaría a la reelección en los comicios presidenciales del próximo septiembre, pero insistió en que hasta entonces permanecerá en el poder.
Obama
En su intervención, Gibbs subrayaba lo manifestado por el presidente estadounidense, Barack Obama, quien instó a Mubarak, a emprender «ya» una transición ordenada.
La Unión Europea (UE) siguió el ejemplo de Estados Unidos y aumentó la presión sobre Mubarak, a quien exigió que responda «a la voluntad de su pueblo» y abra inmediatamente el camino a una «transición pacífica». Sin pedir explícitamente la dimisión de Mubarak, la alta representante comunitaria, Catherine Ashton, ha insistido en que el presidente de Egipto, en el poder desde 1981, tiene que «escuchar ya» al pueblo.
Por otra parte, las presiones de la oposición yemení y de miles de manifestantes lograron ayer poner fin a las aspiraciones de perpetuarse en el poder del presidente del país, Alí Abdalá Saleh, quien anunció que renuncia a prolongar su mandato.
En un discurso ante el Parlamento, el gobernante yemení aseguró que «congelará las reformas constitucionales (que le permitirían presentarse a la reelección) de acuerdo con lo que exige el interés público», en medio de las protestas de la oposición contra su régimen. «No a la extensión del mandato, no a la herencia», dijo Saleh, en alusión a las enmiendas a la Constitución que quería introducir.