El fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, informó hoy de que su departamento ha abierto una investigación penal por la filtración masiva de documentos diplomáticos por parte de Wikileaks.
Holder insistió en que el Gobierno de Washington «condena» la filtración de unos 250.000 cables diplomáticos de embajadas y misiones estadounidenses, que «supone un riesgo para la seguridad nacional» del país.
Según explicó, «pone en peligro la seguridad nacional al nivel más concreto porque afecta a las personas que sirven como diplomáticos, a nuestros activos en materia de inteligencia».
«Y lo que es más importante -dijo Holder- pone en peligro nuestra relación con importantes aliados en el mundo».
El fiscal general explicó que su departamento mantiene abierta una investigación penal, junto con el Departamento de Defensa, para aclarar las responsabilidades de la filtración.
«No puedo avanzar todavía resultados, pero la investigación penal está en marcha», agregó en una comparecencia ante la prensa.
El domingo, los diarios The New York Times (EEUU), El País (España), Le Monde (Francia) y The Guardian (Reino Unido) y la revista Der Spiegel (Alemania) publicaron el contenido de 250.000 cables diplomáticos de EEUU con información sensible que ha causado controversia a nivel internacional.
Los mensajes que se intercambiaban las embajadas revelan, entre otras cuestiones, cómo el Departamento de Estado ordenó que se espiara al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, o las dudas que han despertado al Gobierno de EEUU otros mandatarios internacionales.