Los venezolanos votaron ayer para renovar la unicameral Asamblea Nacional, de 165 diputados, en una jornada que auguraba una alta participación para unos comicios en los que miden sus fuerzas el presidente Hugo Chávez y la oposición.
Tanto líderes políticos como autoridades electorales y observadores subrayaron desde primera hora de ayer la alta afluencia de electores en los centros habilitados en todo el país para recibir el voto de los ciudadanos, que decidirán si Chávez mantiene un apoyo mayoritario en la cámara o se lo arrebata la oposición.
El propio mandatario venezolano destacó que, según proyecciones de las que había sido informado, se estaría cerca de un 70 por ciento de participación en esos comicios, que transcurren con total normalidad.
En sus declaraciones a la prensa después de votar en un centro electoral del oeste de Caracas, Chávez recordó que en comicios pasados en Venezuela, antes de su llegada al poder en 1999, había hasta un 70 por ciento de abstención.
Llamada de Chávez
También hizo una llamada «a los que no han ido todavía a votar» para que acudan a las urnas en una jornada, recalcó, soleada, después de las intensas lluvias de los últimos días que sembraron preocupación con respecto a cómo podían influir en los comicios, a los que han sido llamados 17,5 millones de venezolanos.
Los invitados nacionales y extranjeros a acompañar y observar los comicios coincidieron en resaltar la elevada afluencia y entusiasmo de los votantes en los centros electorales del país. El diputado del PP español Gustavo de Arístegui expresó que en su recorrido por varios colegios electorales observó que los votantes «tienen un entusiasmo, una paciencia, una alegría, una ilusión» en participar.