Representantes de la diplomacia polaca y de EEUU firmaron ayer en Cracovia la modificación del acuerdo, suscrito hace dos años, sobre el establecimiento en Polonia de una base antimisiles estadounidense.
El documento precisa que en la base de Redzikowo (norte de Polonia), donde inicialmente se preveía instalar el escudo antimisiles diseñado por la Administración de George Bush, se ubicará ahora un sistema de lanzaderas de cohetes móviles y no fijos.
La modificación del acuerdo fue firmada por el viceministro polaco de Exteriores, Jacek Najder, y el embajador estadounidense en Varsovia, Lee Feinstein, en un acto en el que estuvieron presentes los jefes de la diplomacia de ambos países, Radoslaw Sikorski y Hillary Clinton.
«Somos aliados, y Estados Unidos apoya firmemente la seguridad polaca y su soberanía», dijo Clinton durante el acto de rúbrica, en el que precisó que el objetivo de la base será «puramente defensivo».
'Eje del mal'
La firma altera el contenido del acuerdo inicial de 2008, suscrito por Sikorski y la entonces jefa de la diplomacia estadounidense, Condoleezza Rice.
En aquel momento, y después de arduas negociaciones, el Gobierno del presidente George Bush lograba el 'sí' polaco a la instalación en su territorio de una sección del escudo antimisiles, un sistema balístico para abortar posibles ataques de cohetes provenientes de alguno de los países del llamado 'Eje del mal'.
El criticado escudo antimisiles de Bush, que preveía la instalación de un centro de radar en la vecina República Checa, fue descartado tras la victoria electoral del presidente Barack Obama.
A diferencia de una base que sólo podría abortar ataques balísticos intercontinentales, el nuevo Gobierno de Obama ha impulsado otro sistema, el SM-3, basado en una tecnología capaz de interceptar misiles de distinto alcance, de diferentes características y procedencias, que se espera que se haga realidad a partir del año 2015.
Radoslaw Sikorski ha defendido que la nueva estructura de defensa de misiles es «más versátil» y mejor desde el punto de vista de la seguridad de Polonia y de toda la OTAN.
Los acuerdos entre Polonia y Estados Unidos para desarrollar sistemas antimisiles en el país centroeuropeo levantaron desde el principio las críticas de Rusia, que ve cómo a menos de cien kilómetros de su enclave europeo de Kaliningrado se emplazarán las lanzaderas.