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La UE y EEUU firmarán mañana la segunda fase del acuerdo de 'cielos abiertos'

| Madrid |

El ministro de Fomento, José Blanco, en representación de la presidencia española, y el secretario de Transporte estadounidense, Ray Lahood, firmarán mañana la segunda fase del acuerdo de 'cielos abiertos', cuyo objetivo es profundizar en la liberalización del tráfico aéreo entre los dos lados del Atlántico. El acuerdo «consolida» los logros de la primera fase, que entró en vigor en 2008 y refuerza la cooperación entre la UE y EEUU en cuestiones medioambientales y de seguridad. Pero incluye «pocos avances inmediatos» en la cuestión que más interesaba a los europeos: la supresión de las restricciones para que las compañías europeas puedan comprar aerolíneas estadounidenses, informaron fuentes diplomáticas.

Para avanzar en esta materia, el pacto establece un sistema de concesiones mutuas. EEUU se compromete a modificar la norma que limita la participación extranjera en aerolíneas estadounidenses al 25% de los derechos de voto. Como contrapartida, los europeos relajarán las restricciones al ruido en los aeropuertos para facilitar las operaciones de las aeronaves estadounidenses. También suprimirán el límite del 49% de capital extranjero en compañías europeas actualmente vigentes.

Una vez que se cumplan estas condiciones, la UE y EEUU permitirán a las aerolíneas del otro bloque volar desde su territorio a países terceros. Sin embargo, el acuerdo no contempla la demanda de la UE de que sea posible el cabotaje, es decir, que una compañía europea pueda hacer rutas internas en EEUU, por ejemplo volar entre Nueva York y Chicago. El acuerdo no fija ningún plazo para eliminar las restricciones a la inversión extrajera en aerolíneas estadounidenses. Cualquier cambio debe ser aprobado por el Congreso, que ahora está controlado por el Partido Demócrata, más reticente a la liberalización, por lo que las posibilidades de que salga adelante son escasas, según las fuentes consultadas.

Pero todos los países de la UE consideran que la primera fase del acuerdo, que permitió a cualquier aerolínea europea y norteamericana realizar un número ilimitado de rutas aéreas entre cualquier punto de ambas regiones, ha sido positiva y merece consolidarse. La falta de un nuevo compromiso hubiera significado su suspensión. La creación de una zona abierta de aviación UE-EEUU supondría unos beneficios de 12.000 millones de euros y permitiría crear unos 80.000 millones de puestos de trabajo, según los cálculos de Bruselas.

Volcán

Los ministros de Transportes de los Veintisiete discutirán también sobre la respuesta de la UE a las consecuencias que sobre el tráfico aéreo tuvo la nube de ceniza volcánica provocada por la erupción del volcán islandés Eyjafjalla a mediados de abril. Más de 100.000 vuelos resultaron cancelados y alrededor de 10 millones de pasajeros se quedaron en tierra. Pese a que la Comisión anunció entonces que permitiría a los Estados miembros compensar a las compañías aéreas por las pérdidas sufridas, hasta ahora ningún Gobierno de la UE ha pedido a Bruselas autorización para estas ayudas. El ministro de Fomento, José Blanco, anunció este martes que España no compensará a las aerolíneas afectadas.

No obstante, el Ejecutivo comunitario confirmará a los ministros que tiene previsto modificar a finales de año la norma de la UE que protege a los pasajeros aéreos tras las quejas recibidas por las compañías aéreas. La norma en cuestión obliga a las aerolíneas, incluso en circunstancias extraordinarias que escapen a su control, a devolver a los pasajeros el precio del billete o a buscar una ruta alternativa, en cuyo caso deben facilitar además alojamiento y comida. Bruselas considera que no se habían previsto crisis como la de la nube de ceniza volcánica y quiere estudiar cómo mantener la protección de los pasajeros y que al mismo tiempo ello resulte «aceptable» para las aerolíneas, según las fuentes.

Los ministros de Transporte pasarán además revista a los trabajos para afinar los valores límite sobre el riesgo de la ceniza volcánica, que la UE quiere después que se generalicen también a nivel internacional. También examinarán los avances en el proyecto de 'cielo único europeo' para mejorar la gestión del espacio aéreo. Para ello, el Ejecutivo comunitario podría proponer a la agencia EUROCONTROL como gestor comunitario del tráfico aéreo.

Finalmente, la Comisión expondrá a los Veintisiete las conclusiones de su informe sobre los escáneres corporales. El estudio respalda su uso para reforzar la seguridad en los aeropuertos y no ve riesgos graves para la salud o la protección de datos de los pasajeros si se emplean correctamente, aunque aboga por establecer normas comunes en toda la UE que aseguren a los ciudadanos los mismos derechos y garantías en todo el espacio comunitario.

Los ministros de Transporte pedirán al Ejecutivo comunitario que presente lo antes posible una propuesta legislativa para armonizar el uso de los escáneres en la UE. Pero persisten las dudas, sobre todo porque, en el estado actual de la tecnología, su coste es inasumible si se quieren implantar en todos los aeropuertos, según las fuentes.

Durante la comida, los Veintisiete debatirán sobre la sede de la agencia que controlará el sistema europeo de radionavegación por satélite, Galileo. Esta cuestión se debatió por última vez en 2006, con Barcelona entre las 10 ciudades candidatas, pero no se logró ningún acuerdo. Ahora República Checa, que presenta a Praga, ha pedido que se reabra el debate y ha recordado que los líderes europeos han pactado que las nuevas agencias se instalen en los países que entraron en la UE a partir de 2004.

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