El primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, dijo hoy a su homólogo español, Jose Luis Rodríguez Zapatero: «Lo despido como se despide a un santo porque acaba de recibir la bendición del Papa y por tanto está en estado de absoluta gracia».
Berlusconi habló así al término de la comparecencia de ambos mandatarios en el Palacio Chigi, sede del Gobierno italiano, ante los medios de comunicación internacionales tras la reunión que mantuvieron durante media hora.
Una vez finalizadas las palabras del primer ministro italiano con la despedida a Zapatero, Berlusconi se ha bajado del podio y ha dejado solo al presidente del Gobierno de España.
«Seguramente tendréis muchas preguntas que hacerle sobre la visita al Papa», ha dicho Berlusconi antes de abandonar la sala.
Zapatero, entre divertido y sorprendido, ha optado por seguir al mandatario italiano y ha dejado la sala, que se ha quedado únicamente con los medios de comunicación a la espera de realizar una pregunta, como se había pactado previamente, a cada líder.
Fuentes del palacio Chiggi aseguraron que Berlusconi no había sido advertido de que también a él le sería dirigida una pregunta.
Tras unos momentos de indecisión, Zapatero ha regresado a la sala con el escenario cambiado ya que ha querido dar una valoración de su visita al Papa Benedicto XVI en El Vaticano.
Pero para ello y por exigencias de protocolo, el presidente del Gobierno español no podía hacerlo con la bandera de Italia a sus espaldas.
Finalmente, se le ha colocado un micrófono en unos de los ángulos de la sala y con una bandera de España, el presidente del Gobierno de España ha hablado de su encuentro con Benedicto XVI a quien se ha referido en dos ocasiones como el «Santo Padre».