MARCEL GASCÓN-BUCAREST
Los dos candidatos a la Presidencia rumana han reclamado la victoria en los comicios de ayer, pero los primeros sondeos a pie de urna dan una estrecha ventaja de menos de dos puntos al aspirante del Partido Social Demócrata (PSD), Mircea Geoana.
De confirmarse hoy el recuento oficial los resultados, Geoana será durante los próximos cinco años presidente de Rumanía.
«Cerramos 20 años de período poscomunista. Cerramos el período de transición. Desde mañana, nos encaminamos hacia Europa», declaró Geoana en la sede del PSD. «Hemos ganado juntos. Ésta es una noche bella para la democracia rumana», agregó.
Su rival, el actual presidente de centro-derecha Traian Basescu, proclamó también su victoria ante sus simpatizantes. «Hemos ganado. Los sondeos correctos mostraban que había superado a Mircea Geoana», manifestó Basescu, que llamó a esperar a los resultados oficiales y descartó la posibilidad de un fraude electoral.
El nuevo presidente asumirá el mando de un país fuertemente golpeado por la crisis económica y sin Gobierno firme desde el pasado octubre, cuando una moción de censura derrocó al Ejecutivo de centro-derecha.
Geoana ha contado en la segunda vuelta con el apoyo del candidato del Partido Nacional Liberal (PNL), derrotado en la primera vuelta.
Si es confirmado nuevo presidente, Geoana designará primer ministro al alcalde independiente de Sibiu, Klaus Johannis, para desbloquear la crisis política.
Johannis, miembro de la minoría alemana de Rumanía, tiene el apoyo de la mayoría parlamentaria formada por socialdemócratas, liberales y autonomistas húngaros, y formaría un Gobierno de coalición con ministros de estos grupos. El edil de Sibiu ya fue propuesto por la entente que ahora le apoya para ser designado primer ministro, pero el aún presidente Basescu prefirió entonces a otro candidato, que fue rechazado por el Parlamento. El nuevo presidente deberá asumir los compromisos de reforma macroeconómicas adquiridos por el país con el Fondo Monetario Internacional (FMI), para la concesión el pasado marzo de un crédito internacional de 20.000 millones de euros. La partida correspondiente al mes de diciembre fue bloqueada por el FMI por la ausencia de un gobierno capaz de proseguir las reformas.