El rey de los belgas, Alberto II, ha elegido al antiguo primer ministro Wilfried Martens como mediador para encontrar de manera «rápida y eficaz» un nuevo jefe del Gobierno belga, tras anunciar Herman Van Rompuy su marcha a la presidencia de la Unión Europea (UE).
Martens, de 73 años, actual presidente del Partido Popular Europeo, ya recibió del rey hace casi un año la tarea de «explorar» las posibilidades para formar un nuevo Gobierno tras la dimisión del Ejecutivo de Yves Leterme.
Un comunicado emitido por el Palacio Real señala que Martens ha sido designado para «acompañar una transición rápida y eficaz», una misión que «comprende, en particular, la definición de un procedimiento para la negociación de problemas institucionales».
La prensa belga destacó ayer lo «extraño» de la situación, dado que «no hay crisis política» y que el actual primer ministro «está todavía en funciones». «No hay crisis gubernamental. El Gobierno actual todavía está en perfecto estado para funcionar», indica la agencia Belga.
Martens fue convocado en el palacio de Laeken el viernes, aunque ayer el diario flamenco Het Laatste Nieuws afirma que la petición para que asistiese a esa audiencia la recibió ya el jueves por la noche, nada más ser elegido Van Rompuy como primer presidente estable de la UE por los líderes de los Veintisiete.
Según ese periódico, ese dato significa que el partido de Van Rompuy, el democristiano flamenco CD&V, «ya había previsto un guión con la intervención de Wilfried Martens», lo que demuestra que «no hay mucha confianza en Yves Leterme».
Leterme, antecesor en el puesto y correligionario de Van Rompuy, y actual ministro de Exteriores, parece tener su vuelta asegurada a pesar de que no cuenta con la simpatía de los partidos francófonos, y del peso que supone entre los belgas la pérdida de un hombre que logró traer la calma y la normalidad a un país en permanente crisis política.
El diario Le Soir destaca que la verdadera labor de Martens será «cuadrar» a Leterme.