Casi un centenar de surcoreanos pudieron reunirse ayer con sus parientes norcoreanos por primera vez en más de medio siglo marcado por la separación de Corea tras la guerra, en el primer día de una ronda de encuentros suspendida hace dos años.
Un grupo de 97 surcoreanos viajó al complejo turístico del monte Kumgang (Corea del Norte) para encontrarse con los hijos, esposas o hermanos que dejaron al otro lado de la frontera tras la Guerra de Corea (1950-1953).
Ésta es la primera jornada de los seis días que los representantes de la Cruz Roja de ambas Coreas acordaron para que personas de ambos lados pudieran verse y reunirse en privado con motivo de las celebraciones del día de acción de gracias.
La gran mayoría de los elegidos para estas reuniones son ancianos que no han podido ver a sus seres queridos en más de medio siglo y que guardan borrosos recuerdos de sus familiares.
Las imágenes fueron emitidas por la televisión surcoreana, que mostraba a padres cercanos a la centena encontrándose entre lágrimas con sus hijos de más de 60 años. Todos ellos llevaban grandes bolsas y maletas llenas de regalos y artículos de primera necesidad, como medicamentos o ropa de invierno para sus parientes norcoreanos.