Stephen Farrell, periodista británico del diario estadounidense The New York Times, secuestrado en el norte de Afganistán hace cinco días, fue liberado ayer por un comando militar, según informó el diario neoyorquino. En una trepidante operación contra los talibanes, murieron dos civiles afganos, un soldado británico y el intérprete de Farrell, Sultan Munadi, que fue secuestrado junto al reportero en un pueblo al sur de la provincia de Kunduz.
En una breve llamada telefónica al diario, Farrell explicó que había sido liberado por un comando compuesto por «un montón de soldados» que mantuvo un feroz tiroteo con sus captores. «Soy libre», proclamó poco después de ser liberado.
El diario cita a un periodista afgano que habló con los habitantes del pueblo y asegura que varios civiles, incluidas mujeres y niños, murieron durante el tiroteo que se produjo para liberar a los informadores secuestrados. El periódico añade que nadie en la redacción ni en la familia de Farrell sabía que iba a tener lugar una operación militar para liberarlo.
Farrell y Munadi fueron secuestrados el pasado sábado, cuando investigaban el bombardeo que un día antes lanzaron aviones de la OTAN contra los talibanes que habían robado dos camiones de gasolina y que según algunas fuentes causó al menos 90 muertos, muchos de ellos civiles. Farrell, británico de 46 años, ha cubierto las guerras de Irak y Afganistán, además de trabajar en Oriente Próximo y el sur de Asia, mientras que Munadi trabajaba habitualmente para el NYT además de otras organizaciones.
El Ministerio de Defensa británico confirmó que un soldado, de quien no se facilitaron detalles, falleció en la refriega durante la misión de rescate. Con la muerte del uniformado, el número de bajas militares británicas en Afganistán desde que comenzó el conflicto en 2001 asciende a 213.