El El líder del conservador Likud, Benjamín Netanyahu, encargado de formar Gobierno en Israel, no ha logrado convencer, en sus primeros contactos, al laborista Ehud Barak ni a la centrista Tzipi Livni para que ambos se unan a su Ejecutivo.
El jefe del Partido Laborista transmitió ayer a Netanyahu su intención de pasar a integrar la oposición, después de que anoche Livni hiciese lo mismo.
No obstante, ambos volverán a reunirse con Netanyahu para continuar el diálogo y sondear una vez más la posibilidad de formar una coalición gubernamental de unidad encabezada por el líder del Likud, a quien el presidente, Simón Peres, encargó la formación del Ejecutivo.
«Manifesté a Netanyahu que seremos una oposición seria, responsable y constructiva», declaró Barak, al término de la entrevista que mantuvieron en un hotel de Jerusalén.
En declaraciones recogidas por la radio pública israelí, Barak reiteró: «la decisión del electorado es que nos vayamos a la oposición y la respetamos».
Por su parte, Netanyahu manifestó a los medios que continuará realizando «todos los esfuerzos posibles para formar un Gobierno de unidad nacional».
«No he renunciado a formar una amplia coalición, a la luz de los retos que afronta Israel, especialmente por parte de Irán», apostilló.
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, ha cesado al enviado para las negociaciones con El Cairo, Amos Gilad, después de que éste criticara la estrategia negociadora de su gobierno en los contactos para lograr una tregua con Hamás.
Gilad encabeza la Oficina de Política y Seguridad del Ministerio de Defensa israelí y ha sido la figura clave que ha transmitido a Egipto la posición de su país en las negociaciones para lograr una tregua duradera con Hamás, así como la liberación del soldado israelí Guilad Shalit, cautivo en manos de milicianos palestinos.