El Ejército israelí dividió Gaza en dos partes al penetrar sus unidades desde el puesto fronterizo de Karni hasta el mar en el segundo día de invasión de la franja palestina donde ayer era imposible el paso entre el norte y el sur. Además, los soldados hebreos se preparan para la guerra urbana tras iniciarse el asedio de la capital.
La táctica de dividir el territorio, -de cuarenta kilómetros de largo por quince de ancho y donde viven millón y medio de personas-, tiene como finalidad cerrar las vías de comunicación y de aprovisionamiento de Hamás y otros grupos armados. La operación se produjo al mismo tiempo que se sucedían enfrentamientos entre las tropas israelíes y los milicianos palestinos, en combates que desde el sábado han dejado más de cuarenta muertos y 150 heridos.
Uno de los ataques mas cruentos costó la vida a una madre y sus cuatro hijos, que murieron en un bombardeo aéreo en el este de la ciudad de Gaza, que comenzó a ser cercada por tanques israelíes y cuyas calles están desiertas, con decenas de edificios destruidos.
Los combates más intensos del domingo se desarrollaron durante la mañana en las localidades de Beit Hanun, Bait Lahiya, Jabalya y en los barrios de Zaitun, At Toufah y Ash Shujayya de Ciudad de Gaza. Por la tarde, según testigos presenciales, ambas partes se limitaron a bombardeos y lanzamiento de cohetes y proyectiles de mortero.
En la capital de la franja sólo se escucha el sonido de los aviones israelíes, de explosiones y de disparos de artillería. El Ejército de Israel mantiene sitiada la ciudad y ha desplegado unos ochenta tanques, vehículos blindados y excavadoras en el antiguo asentamiento judío de Mitzarin, a unos tres kilómetros al sur de la ciudad. La invasión israelí se inició con miles de soldados de Infantería, Ingenieros, Artillería y tanques apoyados por la aviación, la marina y las agencias de Inteligencia, para acabar con el lanzamiento de cohetes contra Israel por el movimiento islamista Hamás y las otras milicias armadas que actúan en la franja.
Tras los últimos ataques, el recuento de víctimas que ha causado en Gaza la operación «Plomo Fundido» -que el Ejército israelí inició el pasado 27 de diciembre y reforzó ayer con la invasión terrestre de la franja palestina-, ronda los 500 muertos, entre ellos más de un centenar de civiles, y 2.500 heridos. Los cohetes de los grupos armados palestinos han matado entretanto a cuatro personas en Israel, donde el Ejército reconoció hoy su primera baja mortal desde el inicio de la ofensiva.
En un comunicado, el Ejército del Estado judío admitió la muerte ayer por la mañana en Yebalia, norte de Gaza, de un soldado de infantería en un enfrentamiento con milicianos palestinos en el que otro militar israelí resultó herido de gravedad.
La respuesta no se hizo esperar: cinco personas murieron y diez fueron heridas en un ataque aéreo israelí registrado esta tarde contra una mezquita en esa localidad, donde ayer once personas perdieron la vida en un bombardeo también contra un templo musulmán.