Un total de 230 españoles, de los 600 que se encuentran atrapados en Tailandia, emprendieron ayer el regreso desde la base militar de U-Tapao a la base de Torrejón de Ardoz, en dos vuelos militares fletados por el Gobierno, tras producirse algún que otro incidente a la hora del embarque.
En el primero de los vuelos viajaron 62 personas, y en el segundo 168, entre los que se encuentran varios grupos de mallorquines, según fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores. Estaba previsto que ambos vuelos llegaran a Torrejón en la madrugada de hoy, para a continuación, una vez pasada la aduana, poder dirigirse a Barajas y conectar con los vuelos de enlace a los lugares de origen de los turistas, entre ellos Son Sant Joan.
El orden para establecer el regreso se hizo primero por salud, y luego según la fecha prevista para la vuelta. Así, entre las primeras 62 personas que iniciaron el regreso se encontraban las personas con un estado más delicado, y el resto, según la antigüedad de su fecha de regreso. Sin embargo, algunos turistas españoles iniciaron el regreso por su cuenta, al margen de los vuelos establecidos por el Gobierno. Las familias de los turistas mallorquines mostraban ayer su satisfacción por cómo se había resuelto el problema, «pero hasta que nos los veamos pasar por la puerta de llegadas del aeropuerto no estaremos tranquilos», indicaban ayer a este diario.
Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores explicaron que toda la operativa de repatriación se estaba realizando según el plan previsto, aunque al tener que realizar los aviones militares una escala previa en Abu Dhabi para repostar combustible, la duración del vuelo podría oscilar entre las 13 y 15 horas.
Según fuentes del Ministerio español de Exteriores, unos 400 españoles se vieron afectados por el cierre de los aeródromos ocupados la semana pasada por los manifestantes, quienes exigen la dimisión del Gobierno tailandés.
Hasta el momento, España es el único país que ha fletado aviones para repatriar a sus ciudadanos varados en Tailandia, donde unos 240.000 viajeros han perdido sus vuelos desde el cierre de los aeropuertos. El Gobierno tailandés ha sufragado con 2000 bat (unos 44 euros) por persona los gastos del hotel, así como tres comidas diarias, de los turistas afectados. Miles de ellos han conseguido ya salir del país por otros aeropuertos alternativos.