Un soldado del Ejército Nacional Afgano falleció ayer y otros dos militares de esa misma nacionalidad resultaron heridos por los disparos efectuados por tropas españolas tras haber incumplido la orden de detener su vehículo cuando se acercaba a un convoy militar, según informaron fuentes del Ministerio de Defensa.
Las fuentes consultadas explicaron que los hechos se produjeron el domingo de madrugada cuando un convoy del Ejército afgano, escoltado por miembros del contingente español que dirige dos Equipos Operativos de Instrucción y Enlace en Camp Stone (Herat), circulaba por la carretera que discurre desde la Base de Zafar hasta la localidad de Farah.
Los militares españoles situados en la retaguardia del convoy divisaron la aproximación de un vehículo que se dirigía hacia ellos y realizaron «reiterados avisados» a su conductor para que se detuviera. Al no atender las indicaciones, los soldados españoles, en cumplimiento de las normas de enfrentamiento, abrieron fuego contra el vehículo que se aproximaba.
Uno de los ocupantes falleció como consecuencia de los disparos y los otros dos resultaron heridos y fueron evacuados por personal militar español e ingresados en el hospital Role 2 de la Base de Apoyo Avanzado de Herat, donde ambos se encuentran fuera de peligro. Posteriormente, se constató que el vehículo que se aproximó al convoy pertenecía al Ejército Nacional Afgano. Las fuentes consultadas señalaron que los hechos se produjeron «en plena madrugada», a las 6.00 hora local afgana, y que la acción del vehículo afgano supuso una «imprudencia» por intentar incorporarse al convoy «de forma temeraria» sin responder a la orden de detenerse.