El presidente electo de EEUU, Barack Obama, y su ex rival republicano John McCain expresaron ayer su voluntad de cooperar en asuntos de seguridad, energía y en la solución de la crisis financiera en el país. Obama y McCain se reunieron ayer en la sede de la oficina de transición de Obama en Chicago, el primer encuentro entre ambos desde las elecciones.
«Tuvimos una conversación productiva sobre la necesidad de lanzar una nueva era de reforma para luchar contra el despilfarro y el amargo partidismo en Washington con el fin de restaurar la confianza en el Gobierno», dijeron Obama y McCain en un comunicado conjunto al final de su encuentro.
Ambos insistieron en la necesidad de que los dos bandos del espectro político aúnen esfuerzos para «solucionar los desafíos comunes y urgentes de nuestro tiempo».
«Esperamos trabajar juntos en los días y meses venideros en desafíos críticos como la solución de la crisis financiera, la creación de una economía basada en nuevas formas de energía y la protección de la seguridad de nuestro país», dijeron.
Los dos lucieron sus mejores sonrisas durante la breve sesión fotográfica al inicio de la reunión. La imagen contrasta con algunos de los momentos más memorables de la pelea por la Casa Blanca entre Obama y McCain, como el primero de los tres debates entre ambos, en el que el republicano no miró a su contrincante ni una sola vez a los ojos o, peor aún, el tercero, cuando se refirió a Obama con un despectivo «ese».
Pero los otrora rivales demostraron ayer que están dispuestos a enterrar el hacha de guerra. El encuentro parece demostrar, además, la disposición del próximo presidente a trabajar con amigos y enemigos.
Puede que Obama, un ávido lector, haya decidido aplicar la máxima de Mario Puzo, autor de «El Padrino», quien creía que es necesario «mantener a los amigos cerca y a los enemigos aún más cerca».
Ayer mismo, sin ir más lejos, reconoció, durante una entrevista con el canal de televisión CBS, que últimamente ha pasado tiempo leyendo al presidente Lincoln, famoso por haber incluido a muchos de sus enemigos políticos en el Gobierno. «¿Es algo que usted considere (incluir a rivales en su Gobierno)?», le preguntó el entrevistador. A lo que Obama respondió con un misterioso: «Creo que era un hombre muy sabio».
Pese a esa evasiva respuesta, Obama sí ha adelantado que incluirá a algún republicano en su Gobierno y se ha comprometido a trabajar para poner fin a las luchas partidistas.