El presidente estadounidense, George W. Bush, afirmó ayer que uno de los principales objetivos de su Administración en el tiempo que le queda hasta que tome posesión el presidente electo, Barack Obama, será facilitar en la medida de lo posible la transición. Bush destacó que se trata de la «primera transición presidencial en época de guerra en las últimas cuatro décadas».
El actual inquilino de la Casa Blanca insistió en que la elección de Obama supone «un triunfo de la historia estadounidense, un testimonio de trabajo duro, optimismo y fe en la promesa duradera de nuestra nación».
Bush recordó que en su primera conversación telefónica tras conocerse el resultado de las elecciones le prometió a Obama su «completa cooperación» en la transición. «Asegurar que esta transición sea fluida es una de las principales prioridades de lo que resta de mi presidencia», dijo.
«Estamos luchando contra extremistas violentos empeñados en atacarnos y nada les daría una mayor satisfacción que explotar este período de cambio para perjudicar al pueblo estadounidense», advirtió.
«Durante más de un año la Casa Blanca y agencias de todo el Gobierno federal han estado preparando la transición (...). Hemos preparado informes sobre inteligencia para el presidente electo y el Departamento de Justicia ha aprobado autorizaciones de seguridad para miembros de su equipo de transición», explicó.
«Una transición exitosa es apenas una de las muchas tareas que le quedan a mi Administración. Ayer supimos que la economía de Estados Unidos perdió empleos en el pasado mes de octubre y yo seguiré esforzándome para que nuestra nación vuelva al camino de la prosperidad y el crecimiento», dijo.
«Me uno al pueblo de Estados Unidos para desearle al presidente electo Obama todo el éxito. Laura y yo le deseamos a la familia Obama la misma alegría y felicidad que nuestra familia ha encontrado en esta casa maravillosa», concluyó.