EFE-FRÀNCFORT/LONDRES
El Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Inglaterra se sumaron ayer a la línea marcada a finales de octubre por la Reserva Federal de EEUU (Fed) y el Banco de Japón y recortaron sus tipos de interés en un nuevo intento de reactivar sus economías, aunque no lograron convencer a las Bolsas. El BCE optó por bajar medio punto porcentual sus tipos, hasta el 3,25 por ciento, una rebaja acorde con lo que esperaban los analistas pero que ha sabido a poco a los mercados en comparación con el recorte de 1,5 puntos abordado por el Banco de Inglaterra.
No obstante, el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, dejó entrever una nueva bajada de tipos en diciembre al reconocer que se ha producido un «alivio» en las presiones inflacionistas en la zona euro. En una conferencia de prensa celebrada en Fráncfort, Trichet dijo que no se pueden descartar más reducciones porque la crisis financiera global puede llevar a una depresión económica generalizada.
Según Trichet, el Consejo de Gobierno del BCE debatió ayer la posibilidad de recortar los tipos 75 puntos básicos, pero finalmente optó por rebajarlos medio punto. Con la bajada de ayer, los tipos de la zona euro vuelven al nivel en el que estaban en octubre de 2006.
Esta es la segunda bajada de tipos acometida por el BCE en menos de un mes, ya que el 8 de octubre los principales bancos centrales del mundo acordaron un recorte simultáneo de medio punto. Esa bajada coordinada, la primera de la historia, incluyó al BCE, a la Reserva Federal de EEUU y a los bancos centrales de Inglaterra, Suiza, Suecia y Canadá. A la medida se sumó el banco de China, pero no el de Japón.
Al igual que el BCE, el Banco de Inglaterra decidió ayer acometer una nueva rebaja de tipos tras la del 8 de octubre, en este caso de 1,5 puntos porcentuales, con lo que quedan en el 3 por ciento. El recorte, el mayor desde 1981, cogió por sorpresa a los analistas, que esperaban una rebaja de un punto como máximo.