Las Bolsas europeas redujeron las pérdidas en las últimas horas de negociación y cayeron ayer una media del 5% 79 años después del conocido «crac» bursátil de 1929. El FTSE 100 de Londres cayó un 5 por ciento, el CAC 40 de París cedió un 3'54 por ciento, el DAX 30 de Fráncfort bajó un 4'96 por ciento y el IBEX 35 de Madrid lo hizo un 5'2 por ciento.
La jornada estuvo influida por los referentes negativos de Asia y, posteriormente de Wall Street, cifras económicas negativas y malos resultados y pronósticos de empresas. A mediodía los mercados de valores europeos se desplomaron con caídas medidas alrededor del 9%, tendencia que se mantuvo con la fuerte apertura a la baja de Wall Street pero que remitió en las últimas horas de negociación al reducir Nueva York sus descensos. Al final Wall Stret perdió un 3'61%.
El 24 de octubre de 1929, que fue un jueves, se desplomó el Dow Jones de la bolsa de Nueva York, una jornada de pánico en los parqués que fue el inicio de la Gran Depresión y que es hasta ahora la caída bursátil que más consecuencias ha tenido. El agente bursátil del banco Mwb Dirk Müller dijo en el parqué de Fráncfort que la jornada fue muy complicada y pronosticó que se va a mantener esta tendencia hasta finales del ejercicio.
En lo que va de año, Madrid desciende un 44'98%, Londres cae un 39'86%, Fráncfort pierde un 46'75% y París lo hace un 43'11%. La renta variable europea ignoró en la apertura el cierre alcista de Wall Street la jornada anterior y siguió la fuerte caída de Tokio y otros mercados asiáticos. El índice Nikkei perdió un 9'59% y cerró por debajo de la barrera psicológica de los 8.000 puntos por primera vez desde mayo de 2003, en los 7.649'08 puntos.
El recrudecimiento de la crisis financiera ha llevado al yen a su valor máximo desde 2002 frente al euro ya que muchos inversores han liquidado los llamados «carry trades» y han repatriado a Japón el capital. Un «carry trade» consiste en pedir prestado dinero en una divisa sujeta a un tipo de interés bajo, como el yen o el franco suizo, e invertirlo en otra que ofrece mayor rentabilidad, como el euro.
Además, la caída del 0'5% del PIB del Reino Unido en el tercer trimestre, por primera vez después de 16 años, reforzó la idea de que las principales economías del mundo se dirigen hacia una recesión de envergadura desconocida.