Al menos dos soldados alemanes y cinco niños murieron ayer en un nuevo ataque suicida contra las tropas internacionales desplegadas en Afganistán, en la norteña provincia de Kunduz.
El gobernador de Kunduz, Mohamad Omar, aseguró que el atentado tuvo lugar en el distrito de Char Dara mientras los militares alemanes patrullaban la zona a pie junto a soldados afganos, momento en el que un suicida subido en una bicicleta se acercó a los soldados e hizo estallar la carga explosiva que portaba.
Omar añadió que otros dos niños y dos soldados alemanes de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), bajo mando de la OTAN, resultaron heridos en el ataque.
En otro episodio de violencia, esta vez en la capital afgana, una cooperante surafricana murió tiroteada por dos hombres armados que circulaban en motocicleta.
Según el portavoz del Ministerio de Defensa, Zemarai Bashary, la mujer, que trabajaba en una ONG de ayuda a los discapacitados, caminaba en el oeste de Kabul hacia su lugar de trabajo cuando recibió varios disparos en la cabeza.
La policía de Kabul ha emprendido una operación para localizar a los culpables del asesinato, que huyeron de la zona.