El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, consideró ayer «imprescindible» y «urgente» una revisión del sistema financiero internacional que dé seguridad a los mercados y reivindicó la presencia de España en la cumbre mundial que se organizará para sentar las bases del nuevo modelo. Zapatero concluyó con una rueda de prensa su participación en el Consejo Europeo de Bruselas, en el que la UE, dijo, se ha convertido «el líder, la referencia y la esperanza de la reforma del sistema financiero internacional».
El Consejo hizo suyas las medidas «fuertes, contundentes y coordinadas» adoptadas el pasado domingo por el Eurogrupo y ahora, añadió, es imprescindible un nuevo marco financiero que dé garantías a los inversores y a los ciudadanos.
Respaldó así la reunión que mantendrán este fin de semana los presidentes del Consejo, Nicolas Sarkozy, y de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, con el presiente estadounidense, George W. Bush, para convocar una cumbre internacional que aborde antes de fin de año esa reforma.
«Por supuesto, España debe estar» en esa cita, manifestó el jefe del Ejecutivo español, convencido de que una crisis de gran calado como la actual necesita de una cumbre más amplia y con mayor representatividad de la que supondría una reunión del G-8 (los países más industrializados y Rusia) o del G-20 (que añade a los países emergentes).
Brown
Zapatero se reunió ayer con el primer ministro británico, Gordon Brown, y éste le reiteró que es «absolutamente necesario» que España participe en la cumbre, opinión que ya ha trasladado a la UE y a la administración estadounidense.
Zapatero vio cierta lógica en el hecho de que los gobiernos «progresistas» tengan la iniciativa, cuando se ha demostrado que los postulados de la desregulación y de quienes desean reducir al máximo el papel del Estado no funcionan. «Éste es un tiempo sin duda para políticas socialdemócratas; la socialdemocracia va a demostrar su fortaleza ideológica y su capacidad de resolver mejor los problemas», insistió.
La iniciativa de la cumbre internacional, en su opinión, demuestra que la UE está «a la altura de la magnitud de la crisis que el sistema financiero internacional vive y del que nos va a costar un serio esfuerzo salir». «La crisis viene desde Estados Unidos y se va a superar gracias a la UE», recalcó.
De hecho, explicó, Sarkozy y Barroso van a Estados Unidos con un mandato del Consejo Europeo: es necesario un sistema financiero más transparente, regulado y supervisado, que ponga límites a determinadas operaciones de inversión y a incentivos económicos para operaciones arriesgadas y que revise el papel de las agencias de calificación. España, aseguró, estará en primera línea de estas políticas internacionales para poner límites a retribuciones que, dijo, le producen «sarpullidos».