El segundo encuentro cara a cara entre los dos candidatos a la Presidencia de EEUU fue la demostración de que tanto Barack Obama como John McCain han tomado buena nota de su primer debate.
El demócrata acudió más tranquilo al duelo y eso se notó en sus respuestas: seguro de sí mismo al tratar la economía, que ocupó 45 de los 90 minutos que duró el 'cara a cara', y hábil al abordar ese punto débil que es para él la política exterior.
Al candidato republicano, por su parte, se le notó incómodo en la parte económica y, aunque menos agresivo que en la primera ocasión, pasó al ataque todo el debate. El resultado, una victoria en las encuestas para Obama en un momento en el que lidera la carrera a la Casa Blanca.
Si el primer debate entre ambos candidatos se caracterizó por sus formas frías "los dos firmes ante sus atriles y mirando más a cámara que a su contendiente" el celebrado ayer de madrugada en la Universidad de Belmont, en Nashville, fue una suerte de 'Tengo una pregunta para usted' a dos bandas y a la americana.
Obama y McCain se enfrentaron a las preguntas de 80 ciudadanos que acudieron al cara a cara, micrófono en mano y con total libertad para moverse sobre el escenario, lo que se notó tanto en la cercanía como en el tono del discurso de ambos.
Obama acudía con las encuestas a favor y con el reto de demostrar que el carisma que lució McCain en su primer encuentro no es algo exclusivo del veterano republicano.