El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, consideró ayer que «llegó la hora de que las FARC liberen a todos los retenidos» y se puso «a las órdenes» del nuevo jefe de ese grupo guerrillero colombiano, Alfonso Cano, para facilitar esa entrega, «a cambio de nada».
«Nosotros (...) no justificamos, yo nunca lo haría, tener en la montaña a un grupo de gente, civiles y militares (...); creo que llegó la hora de que las FARC liberen a todos los retenidos, sería un gran gesto, a cambio de nada, así lo planteo ahora que hay un nuevo jefe del secretariado general», dijo.
Tras recordar que el año pasado «estuvimos a punto» de una reunión suya con el recientemente fallecido antecesor de Cano, «Manuel Marulanda» o «Tirofijo», y con autorización de su colega colombiano, Alvaro Uribe, el presidente venezolano dijo que la coyuntura actual permite avanzar en ese sentido.
El encuentro con Marulanda finalmente fracasó y «el camino se cerró», porque las presiones de EE UU y las fuerzas internas colombianas «fueron muy duras», explicó, pero dijo que ahora podrían sentarse las bases para un acuerdo definitivo.
«La situación que vive América Latina, la misma situación que vive EE UU, pareciera crear condiciones favorables a un proceso de paz en Colombia, con un grupo de países y instancias que garanticen los acuerdos de paz, como ocurrió en Centroamérica», manifestó.