Los laboristas del primer ministro británico, Gordon Brown, han sufrido el peor revés electoral en unos comicios municipales en cuarenta años, al quedar muy por detrás de los conservadores e incluso de los liberaldemócratas.
Cuando lleva menos de un año en el poder, Brown ha sufrido un batacazo similar al del ex primer ministro conservador John Major en 1995, dos años antes de perder las elecciones generales.
El Laborismo, que debe convocar comicios generales como muy tarde en el 2010, ha obtenido el 24 por ciento de los votos, mientras que los conservadores de David Cameron han sacado un 44 por ciento y los liberales demócratas (terceros del país) un 25 por ciento.
Pero lo peor para los laboristas puede llegar esta tarde, cuando se conocerá el resultado de la Alcaldía de Londres, ya que los comentaristas anticipan la victoria del conservador Boris Johnson.
Escrutados 104 de los 159 municipios en juego, los «tories» ganaban 166 concejales y diez municipios, mientras que los laboristas perdían 177 concejales y ocho municipios, en tanto que los liberal demócratas ganaban nueve concejales y ningún municipio.
La participación electoral, según los medios británicos, está estimada en torno al 35 por ciento.
El mismo «premier», que sucedió a Tony Blair en junio del 2007, reconoció ayer que los laboristas sufrieron un «decepcionante» resultado, pero dijo que su formación aprenderá del revés electoral. En unas declaraciones a la prensa en su residencia oficial de Downing Street, Brown puntualizó que su partido «ha escuchado» y «reflexionará» sobre lo que ha pasado.
«Está claro que ha sido una noche decepcionante, ciertamente una mala noche para el Laborismo», subrayó el jefe del Gobierno, que culpó del revés a la actual crisis crediticia.