El director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, teme que «lo peor» esté por venir en los disturbios causados por la crisis alimentaria en países pobres y pide que se replantee la producción de biocombustibles hecha con productos agrícolas que sirven para la alimentación.
«En las revueltas del hambre, lo peor, por desgracia, está quizás por delante de nosotros», dijo Strauss-Kahn en la emisora «Europe 1», al tiempo que añadió que «cientos de miles de personas van a ser afectadas».
El responsable del FMI explicó que más allá del hambre y los riesgos de hambruna, está «la malnutrición» y recalcó que los niños mal alimentados llevan las secuelas durante «toda su vida».
«Es extremadamente grave. El planeta debe afrontar eso», sentenció Strauss-Kahn, quien reiteró su reciente afirmación de que la crisis actual puede llevar a «guerras».
Afirmó que «no se trata de asustar, sino de ver la realidad» y explicó que, cuando hay situaciones «tan dramáticas», la población critica a sus gobiernos, aunque hayan hecho lo que han podido, y pueden hacer caer a ejecutivos democráticamente elegidos. «La historia está llena de guerras que han comenzado a causa de problemas de este tipo», concluyó.
Por otra parte, el director del FMI consideró que los biocombustibles producidos con productos agrícolas alimentarios plantean «un verdadero problema moral».
«Es urgente actuar para reforzar la seguridad alimentaria en un momento en el que 37 países padecen una grave crisis alimentaria. No podemos permanecer indiferentes ante la rebelión de quienes no pueden ya comer, ante su hambre» proclamó el presidente francés Nicolás Sarkozy durante el tercer encuentro de representantes de las principales economías del planeta reunidas en París para debatir sobre energía y cambio climático.
Además de respuestas inmediatas, Sarkozy pidió la creación de una «asociación mundial para la alimentación y la agricultura» que incluya actores internacionales tanto públicos como privados y Organizaciones No Gubernamentales (ONG).