El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, se sumó ayer a Ecuador y Venezuela y tras la llegada del mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, a Managua, anunció su decisión de romper sus relaciones diplomáticas con Colombia.
La decisión es fruto de la incursión militar del Ejército de Colombia en territorio de Ecuador el pasado sábado, y que se saldó con la muerte de 22 miembros de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), entre ellos su 'número dos' y portavoz, Raúl Reyes.
En una rueda de prensa conjunta en Managua con su par de Ecuador, Rafael Correa, Ortega explicó que Nicaragua no está satisfecha con la resolución de la Organización de Estados Americanos (OEA) y esperó que en la próxima reunión del organismo se emita «por lo menos una condena clara al crimen que cometió el gobierno colombiano en contra de la soberanía del pueblo ecuatoriano».
Mientras, la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, pidió horas antes a Colombia y a Venezuela resolver una disputa sobre rebeldes de las FARC por la vía diplomática, luego que Caracas reforzó sus tropas en la frontera binacional.
«Estados Unidos aboga fuertemente por la resolución diplomática de esta serie de circunstancias recientes (...) Deseo que haya una salida diplomática a esto», dijo Rice tras una reunión de ministros de Exteriores de la OTAN. Venezuela desplegó tropas militares de, tierra, mar y aire en su frontera con Colombia, en lo que calificó como un movimiento defensivo, luego de que el fin de semana efectivos colombianos dieron muerte a un líder de las FARC en una incursión armada en Ecuador.
EE UU tiene difíciles relaciones con Venezuela y con su presidente Hugo Chávez, quien es un crítico feroz de Washington y hasta ha calificado al presidente George W. Bush de «diablo». La política extranjera del líder venezolano está basada principalmente en combatir lo que él califica como el «imperialismo» estadounidense.