La renuncia de Fidel Castro a seguir presidiendo el país confirma las apreciaciones que sobre la situación de Cuba había hecho el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Angel Moratinos. Poco sorprendido por la noticia, Moratinos comentó que se confirma que en Cuba existe «un nuevo liderazgo» que está «buscando un nuevo proyecto».
Así, el jefe de la Diplomacia española se mostró partidario de «ayudar y acompañar» a los cubanos a «decidir su futuro», aunque subrayó que el Gobierno del PSOE «siempre» ha dicho que «corresponde a los cubanos decidir su futuro». Por ello, hizo hincapié en que el Ejecutivo español «con tantos lazos con ese país» tiene que «acompañar, ayudar y hacer todo lo posible para que el futuro de Cuba sea mejor futuro para todos los cubanos».
Por parte del PP, Mariano Rajoy se mostró esperanzado por la noticia, y aseguró que sería «mucho mejor si cambiaran las cosas en Cuba». «Ojalá sea el principio de la llegada de la democracia a Cuba», afirmó el presidente de los 'populares', que consideró que «el régimen cubano es un auténtico anacronismo, prácticamente no hay regímenes comunistas en el mundo y lo que todos queremos es que Cuba se convierta en una democracia, que se respete la libertad y los Derechos Humanos de los ciudadanos y la libertad económica». También esperanzado se mostró el presidente fundador del PP, Manuel Fraga, que esperó que Raúl Castro «llegue a un acuerdo con los exiliados del régimen para cambiar la situación».