El secretario general de Hezbolá, Hasan Nasralá, recordó ayer a Israel, a quien responsabiliza de la muerte el pasado martes del dirigente de ese grupo Imad Mugniye, que Hizbulá está preparado para una guerra abierta contra el Estado judío. Nasralá hizo estas declaraciones en un discurso durante el funeral de Mugniye -que murió en un atentado en Damasco-, en Dahiya, la parte sur de Beirut.
El jefe de Hezbolá advirtió a los israelíes de que «han sobrepasado las fronteras» cuando mataron a Mugniye en Damasco «fuera del territorio natural de los combates».
«Voy a recordar una sola frase que dije a los sionistas en la guerra (de verano de 2006 en sur del Líbano): si queréis una guerra abierta, que sea abierta», afirmó.
Además, destacó que «el momento, el lugar y la manera (de los combates) serán los de una guerra abierta», sin dar más explicaciones.
Durante el discurso, en el que no dejó de insistir en que la resistencia libanesa nunca cederá, Nasralá aseguró que «hoy Hezbolá y la resistencia islámica están perfectamente preparados para hacer frente a cualquier agresión posible».
«En cualquier guerra próxima, quienes os esperarán no será sólo un Imad Mugniye sino decenas de miles de combatientes que esperan el martirio», agregó.
Con ocasión del tercer aniversario del atentado contra el ex primer ministro Rafic Hariri, Nasralá condenó lo que calificó de un «acto de intercambio de insultos» en referencia a las declaraciones anti sirias realizadas por distintos dirigentes libaneses. «Líbano nunca será israelí ni americano ni se dividirá. Líbano siempre será el país de la unidad nacional, la resistencia, el martirio y la victoria», aseguró Nasralá. Tras su discurso, el ataúd de Mugniye, cubierto con la bandera amarilla de Hizbulá y no con la del Líbano, fue trasladado fuera del recinto donde se congregaron decenas de miles de asistentes que acompañaron al féretro.