El Gobierno del primer ministro italiano, Romano Prodi, obtuvo ayer la confianza de la Cámara de los Diputados por 326 votos a favor y 275 en contra.
La mayoría necesaria era de 301 diputados, por lo que Prodi ha superado, como estaba previsto, el escollo de la Cámara de los Diputados.
Hoy, Prodi deberá salvar la votación del Senado, a menos que, como se conjetura en la prensa italiana, presente antes su dimisión, al prever que no obtendrá la confianza de la Cámara Alta.
Tras haber votado, Prodi se reunió ayer por la tarde con varios ministros, entre ellos el de Economía, Tommasoo Padoa-Schioppa; el de Relaciones con las Cortes, Vannino Chiti, y el de Defensa, Arturo Parisi.
La votación se produjo sin la participación de los democristianos de la Unión de Demócratas para Europa (Udeur), cuyo jefe, Clemente Mastella, era ministro de Justicia de Prodi hasta la semana en que dimitió al conocerse que es investigado por corrupción política.
La moción de confianza fue forzada por la Udeur, partido que pertenece al Partido Popular Europeo, al retirar su apoyo a la coalición gubernamental tras la dimisión de Mastella.
Los catorce diputados de ese grupo no participaron en la votación ya que, según el jefe del grupo parlamentario de ese partido, Tommaso Barbato, sus votos ayer no eran determinantes.
Sin embargo, aseguró que cuando la moción de confianza se produzca hoy en el Senado, sus tres representantes estarán presentes para votar en contra del Gobierno.
A esas voces se han unido las de otros senadores que hasta ahora han respaldado a la coalición gubernamental, si bien ese tipo de declaraciones sobre la intención del voto son habituales en el Parlamento italiano, como lo es también cambiar de parecer minutos antes de la votación.
La moción de confianza comenzó con un debate sobre la intención de voto de cada partido previa a la votación en la que los principales aliados de Prodi cerraron filas con el Gobierno y alabaron los logros económicos obtenidos.