La rehén liberada por las FARC Clara Rojas aseguró ayer que los operativos militares que el Gobierno del presidente colombiano, Alvaro Uribe, desarrolló en las selvas colombianas impidieron que ella y Consuelo González, fueran liberadas el pasado 31 de diciembre de 2007 y reveló que intentó escaparse junto a Ingrid Betancourt.
«La presencia militar en el punto era lo que impedía el operativo. Nuestra vida corría peligro», dijo Clara Rojas en una rueda de prensa en Caracas, Venezuela. «Tras seis años de cautiverio, tengo que decantar todo lo vivido», afirmó Rojas. «Uno tiene que canalizarlo como pueda, porque se vive en condiciones denigrantes para la dignidad», resaltó la ex candidata a la vicepresidencia de Colombia, durante la primera rueda de prensa ofrecida desde su entrega a la delegación internacional.
Rojas, quien en cautiverio concibió, gestó y dio a la luz a su pequeño hijo Emmanuel tras una relación con uno de los guerrilleros, indicó que recibió tratos especiales durante su embarazo. Además, reiteró que el nacimiento de su hijo se produjo en un campamento apartado del resto de los retenidos y en condiciones muy adversas, por una cesárea improvisada, tras un día de trabajo de parto y sin la atención de un médico.
Asimismo, Rojas señaló que le fueron asignadas dos guerrilleras para su atención post-parto: «una para mí y otra para mi hijo Emmanuel». Agregó que «no he tenido ninguna confirmación de que el papá del niño esté vivo».
Asimismo, Rojas contó a la prensa que en un momento dado, tanto ella como su compañera de fórmula, Ingrid Betancourt, intentaron escaparse, por lo cual fueron separadas. Posteriormente, expresó su preocupación por Betancourt. «Me preocupó enormemente que la tuvieran encadenada. ¿Por qué esas cadenas? Me preocupa su estado de salud porque sé que comía poco», explicó. Rojas indicó, respecto a sus captores de las FARC, que «el secuestro es un delito de lesa humanidad», respondió, añadiendo su preocupación por la postura adoptada por las FARC. «Dicen que son el ejército del pueblo y, entonces, en un ejército organizado uno no ve que enseñen a su gente a secuestrar».