Cinco expertos en genética colombianos llegaron ayer a Caracas, con la autorización del gobierno venezolano, para realizar pruebas de ADN a los familiares de Emmanuel y aclarar el paradero del niño que la rehén de las FARC Clara Rojas tuvo en cautiverio.
Así lo indicó a la prensa Iván Rojas, hermano de la ex candidata a la vicepresidencia colombiana, cuya liberación, junto con la de su hijo nacido en cautiverio y la de la ex congresista Consuelo González de Perdomo, prometieron las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
A su salida del hotel caraqueño donde se hospedan los familiares, Rojas se mostró confiado en que se consiga pronto la esperada entrega de los rehenes, pese a haberse suspendido el operativo internacional desplegado los últimos días del año.
Aunque terminó el año sin la liberación de los secuestrados y una reactivación de la discordia entre Caracas y Bogotá, Iván Rojas dijo que no se sentían «frustrados» y comentó que su madre y él recibieron con «sorpresa» la hipótesis sobre el paradero de Emmanuel adelantada ayer por el presidente de Colombia, Alvaro Uribe.
El jefe del Estado colombiano reveló el lunes la posibilidad de que el pequeño esté en Bogotá bajo otro nombre y al cuidado de un organismo oficial, lo que implicaría que no lo tienen en sus manos las FARC y por eso no han entregado a los rehenes. Chávez expresó sus dudas al respecto y acusó a su colega colombiano de haber ido a Villavicencio, la localidad colombiana elegida para partir en busca de los rehenes, a «dinamitar» el operativo de rescate con una «hipótesis», sin comprobar antes con las pruebas científicas si se trata realmente del hijo de Clara Rojas.