El Ejército turco confirmó ayer una masiva incursión aérea en el norte de Irak, donde el sábado por la noche bombardeó supuestas posiciones de los rebeldes kurdos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), quienes reconocieron ayer por la tarde que el ataque mató a al menos siete personas.
Según un comunicado del PKK, los bombardeos provocaron la muerte de 7 personas, de las cuales 5 pertenecían al PKK y 2 eran civiles. Además, otros tres militantes del PKK resultaron heridos. Unos 50 aviones de combate turcos bombardearon el cuartel general del PKK en el norte de Irak. La operación continuó con bombardeos de artillería pesada a objetivos en el interior durante la mañana de ayer.
El Estado Mayor del Ejército turco confirmó que «objetivos determinados del PKK en Avasin, Hakurk y las montañas Kandil (...) fueron golpeados por los cazas de la Fuerza Aérea turca en una exhaustiva operación». «Aviones espía (de EEUU) sobrevolaron la zona durante un mes», denunció ayer el PKK, que acusó a Washington de haber facilitado la información necesaria para que el Ejército turco ejecutara el ataque.