EUROPA PRESS-KOSOVO
La situación administrativa de la provincia serbia de Kosovo mantiene divididos no sólo a las partes directamente implicadas, sino a la comunidad internacional. Así, mientras los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea están cerca de lograr un acuerdo para reconocer la independencia de Kosovo en febrero de 2008, desde Moscú se mantienen las advertencias de las posibles «reacciones en cadena» que podría acarrear lo que, a su juicio, sería una «violación del Derecho internacional» en forma de declaración unilateral. Entretanto, en Pristina se sitúa «mucho antes de mayo» el logro de la ansiada autonomía, que hoy volvieron a reclamar en la calle miles de ciudadanos, y en Belgrado se sigue calificando de «inaceptable» la independencia de la región, «coordinada o no».
Los ministros de Exteriores de los Veintisiete se reunieron en Bruselas para debatir el informe de la 'troika' resultado de cuatro meses diálogo de cara a lograr una salida negociada entre serbios y kosovares. El informe resalta la inexistencia de un acuerdo entre las partes, porque «no hay voluntad política de llegar a un compromiso», tal y como resumió antes de la reunión el ministro luxemburgués, Jean Asselborn. Por este motivo, la UE defiende concluir una «declaración coordinada» en febrero de 2008 a la que Chipre se opone si no hay una resolución previa del Consejo de Seguridad de la ONU.
Si se mantiene el veto en Naciones Unidas, impulsado por Rusia, se podría aludir a la resolución 1244 de 1999 para mantener la presencia internacional en Kosovo, según subrayó el ministro sueco, Carl Bildt. Sin embargo, reconoció los «problemas de reconocimiento» que esto acarrearía, ya que un área administrada por la ONU «no puede tener un 100% de independencia».
Desde Pristina, se sigue apostando por un Estado de pleno derecho y no por la independencia supervisada. El portavoz del Gobierno de la aún provincia serbia, Skender Hyseni, aseguró que la región proclamará la independencia «mucho antes de mayo», en referencia a la agenda marcada. «La cuestión no es si sucederá, sino cuándo sucederá», destacó. Los albanokosovares ya habían anunciado que se desligarían de Belgrado a principios del próximo año, aunque no sin el consentimiento de Estados Unidos y la UE.
Rusia reitera su oposición a la independencia. Si desde Serbia se admite únicamente la creación de una región con una autonomía amplia, pero limitada, Moscú tampoco está por la labor de originar un nuevo Estado. El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguei Lavrov, recordó que una declaración unilateral de independencia de Kosovo supondría estaría al margen de la Ley.