Cristina Fernández se convirtió en la primera presidenta de la Historia argentina en llegar al poder por las urnas al prestar el juramento de rigor ante la Asamblea Legislativa reunida en el Congreso Nacional.
En su primer discurso ante los senadores, diputados e invitados especiales que asistieron a la ceremonia, la flamante presidenta hizo una firme defensa de los cuatro años y medio de gestión de su esposo, Néstor Kirchner.
La ex senadora Fernández, de 54 años, juró con voz firme «por Dios, la Patria y los Santos Evangelios» honrar el cargo para el que fue elegida en las elecciones celebradas el 28 de octubre, cuando obtuvo el 45 por ciento de los sufragios.
Vestida con un vestido corto de color crema, Fernández, de 54 años, llegó al Congreso acompañada por su marido, el presidente saliente y su hija menor, Florencia. A un lado, estaba su hijo mayor, Máximo, y su madre, Ofelia.
Le tomó el juramento de práctica el vicepresidente saliente, Daniel Scioli, titular de la Cámara de Senadores, quien asumirá el cargo de gobernador de la provincia de Buenos Aires y fue su marido quien le entregó el bastón y la banda presidencial.
También juró en el Congreso como vicepresidente, el ex gobernador de la provincia de Mendoza, el radical Julio Cobos, que integró la fórmula presidencial como parte de la «concertación» impulsada por Kirchner para sumar a sector del radicalismo a su proyecto. Visiblemente emocionada, Fernández saludó con los ojos brillantes a los militantes ubicados en los pisos superiores del recinto, mientras arrojaban papeles, una costumbre típica de los estadios de fútbol en Argentina.