El presidente de Colombia, Àlvaro Uribe, anunció ayer la creación de una «zona de encuentro» para definir un acuerdo humanitario con las FARC que conduzca a la puesta en libertad de secuestrados por esa guerrilla. El presidente dispuso la creación de un fondo de cien millones de dólares para pagar recompensas a rebeldes que liberen rehenes. Agregó que la iniciativa responde a una propuesta formal de la Iglesia Católica y de la Comisión Nacional de Conciliación que recibió «esta mañana» y que «el Gobierno manifiesta la disposición de aceptar» por razones humanitarias.
«Esta mañana recibí formalmente una propuesta de la Iglesia Católica, de la Conferencia Episcopal y de la Comisión Nacional de Conciliación (CCN) para que el gobierno acepte una zona de encuentro. El gobierno la había aceptado cuando la propusieron delegados europeos», señaló Uribe. Agregó que, «ahora la Iglesia Católica y Comisión Nacional de Conciliación nos proponen una zona de encuentro. El gobierno manifiesta la disposición de aceptar», dijo Uribe.
Esa «zona de encuentro», de la que señaló debe estar ubicada en un espacio rural y tendrá un tiempo limitado, fue aceptada por el gobernante «por razones humanitarias». Uribe hizo el anuncio que abre una vía para hallar solución al drama de los secuestrados de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia FARC), al intervenir en una graduación de generales de la Policía en Bogotá.El presidente colombiano recordó como su gobierno ha hecho «todos los esfuerzos» y que las «respuestas de las FARC (fueron): asesinatos y mentiras».