EP/AP-LAHORE
La ex primera ministra Benazir Bhutto exigió ayer al presidente, Pervez Musharraf, que dimita y aseguró que no ocupará ningún cargo mientras éste siga en el poder. Asimismo, tendió la mano a su rival, el también ex primer ministro Nawaz Sharif, para trabajar juntos por la democracia en Pakistán, invitación que fue bien acogida por éste.
Por otra parte, un grupo de partidarios de Bhutto disparó ayer contra dos comisarías de Policía en un barrio popular de Karachi (sur) en represalia por el arresto domiciliario impuesto a ésta por las autoridades, el segundo en cinco días. Bhutto, que permanece detenida en una casa de Lahore (este) desde donde pretendía iniciar una marcha por la democracia hacia Islamabad ayer, también dijo que probablemente su Partido Popular de Pakistán (PPP) no participará en las elecciones parlamentarias que Musharraf ha prometido convocar antes del 9 de enero.
«Simplemente no seré capaz de creer en nada de lo que me ha dicho», declaró a la prensa por teléfono desde Lahore, con lo que parece dar por suspendidas las negociaciones que mantenía desde hace meses con el presidente para un reparto del poder y que permitieron su regreso a Pakistán tras ocho años en el exilio.