España anunció ayer la creación de un «Fondo para el agua» al que destinará 1.500 millones de dólares, así como la instalación en Panamá de una base para distribuir ayuda de emergencia en Centroamérica y un plan de seguridad para esta región, dotado con 105 millones de dólares.
Esos fueron los principales anuncios realizados por el jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, en la XVII Cumbre Iberoamericana.
En la sesión plenaria de la cumbre, Zapatero se comprometió a ayudar a Latinoamérica a lograr uno de los objetivos del milenio, reducir a la mitad para 2015 el número de personas sin acceso al agua potable en la región. En ella recordó que viven 58 millones de personas sin ese bien básico y 138 millones sin saneamientos adecuados.
Zapatero mostró su satisfacción por que las cumbres iberoamericanas hayan pasado «de las musas al teatro» y hayan dejado atrás los discursos para poner en marcha iniciativas concretas de desarrollo. Entre estas iniciativas se sitúan las ofrecidas por España para Centroamérica en el desayuno que mantuvieron el Rey y el jefe del Gobierno con los presidentes de esta región.
Una de ellas permitirá a España disponer de un hangar con capacidad para sesenta toneladas en Panamá, donde se mantendrá una reserva de emergencia preparada para atender con rapidez las necesidades tras un desastre natural en Centroamérica. Junto a esta medida, el programa centroamericano de seguridad diseñado por España abarcará un periodo de cinco años y buscará luchar contra la violencia de género y la juvenil y combatir la impunidad por delitos violentos.
La plenaria de la cumbre fue el escenario en el que don Juan Carlos llamó la atención sobre las desigualdades «lacerantes e injustas» que persisten en la región y que consideró el gran desafío de futuro para Iberoamérica.
La delegación española se vio implicada en el conflicto entre Argentina y Uruguay por la instalación de una empresa papelera. El Rey aceptó en la última cumbre ejercer de «facilitador» entre los dos países y, tras un año sin acuerdo, ayer se reunió con la presidenta electa de Argentina, Cristina Fernández Kirchner y con el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez. A pesar de que Uruguay ha puesto ya en marcha la papelera y eso ha reactivado la polémica, España se mostró dispuesta a seguir manteniendo el papel de facilitador siempre que las partes lo requieran y con el objetivo de «achicar las diferencias y ensanchar los acuerdos».
Zapatero mantuvo además entrevistas con los presidentes de Ecuador, Rafael Correa; Perú, Alan García, y Costa Rica, Oscar Arias.