Un año después de la muerte de la periodista Anna Politkóvskaya, la oposición rusa conmemoró ayer el aniversario con mítines en los que ha exigido que se encuentre a los instigadores del asesinato, cuya investigación está llegando al final, según las autoridades.
Los mítines de homenaje a la periodista, famosa por sus denuncias del atropello de los derechos humanos en Rusia y en especial en el Cáucaso, se celebraron en varias ciudades rusas sin gran concurrencia de gente y tampoco incidentes mayores.
La excepción fue Nízhni Nóvgorod, la ciudad a orillas del Volga con una fama de disidente que se remonta a los años 70 del siglo pasado, cuando fue desterrado allí el académico Andrei Sájarov. Esta vez, la ciudad saltó a las cabeceras por la conferencia internacional que habían convocado los defensores de derechos humanos.
Las autoridades no se limitaron a impedir la conferencia, que se hubo de suspender ya que la sala alquilada resultó ocupada y los invitados extranjeros desalojados de sus habitaciones de hotel, presuntamente por «errores de agenda» y la «gran afluencia de turistas».
Un español, de la Liga por los Pueblos, con sede en Barcelona, y otros cuatro extranjeros, representantes de organizaciones defensoras de los derechos humanos, que viajaron a la ciudad para participar en el foro, fueron detenidos y multados por «violar las normas de permanencia (de extranjeros) en la Federación de Rusia». Fuentes consulares españolas confirmaron la detención ayer en Nizhni Nóvgorod de un ciudadano español, del que sólo facilitaron su nombre, Jordi, por «participar en actos no autorizados».