ROCÍO OTAYA-LIMA
El expresidente peruano Alberto Fujimori, extraditado el sábado desde Chile, pasa ayer su primera jornada completa como detenido en Perú, país donde afrontará juicios por dos delitos de lesa humanidad y cinco de corrupción. Un centenar de policías se encargan de su vigilancia.
Una ambulancia llegó a primeras horas de la mañana a la sede de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía Nacional (Diroes), al este de Lima, donde se encuentra recluido el ex gobernante, según ha informado la cadena de televisión Frecuencia Latina. El ex gobernante extraditado a Perú cuenta con televisión y en los próximos días se le instalará en el lugar una línea telefónica e internet, según informa 'Frecuencia Latina'.
Unos 30 minutos después de su regreso a Perú, ya en la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía Nacional (Diroes), conocido como el antiguo Fundo Barbadillo y su lugar temporal de reclusión, se pudo ver, por primera vez y fugazmente, a Fujimori en territorio peruano.
Allí, enfundado en una gabardina negra, subió a un vehículo blindado de color oscuro, antes de ser recibido por los ministros del Interior, Luis Alva Castro, y de Justicia, María Zavala. Durante el trayecto en avión, el extraditado, de 69 años, sufrió una bajada en la presión arterial debido al frío y al cansancio, por lo que debieron introducir en el avión un balón de oxígeno y mantas durante la escala realizada en la fronteriza ciudad peruana de Tacna. Poco después su estado de salud era perfecto, según indicaron fuentes del Gobierno peruano.
En cuanto al futuro que espera al ex mandatario, el diario peruano «La República» publicó que en la DIROES se ha habilitado una celda con un espacio recubierto de cemento armado y cristales blindados de unos 50 metros cuadrados.
Otros medios informaron de que el lugar de reclusión temporal de Fujimori, cuya alimentación estará a cargo de sus familiares, se ha resguardado con francotiradores.