Por primera vez en la historia del Estado judío, la Policía israelí ha detenido a una banda neonazi de jóvenes inmigrantes de la ex URSS acusados de haber atacado a decenas de personas y pintado esvásticas en sinagogas, lo que ha llevado a varios diputados a pedir la reforma de la Ley del Retorno.
Homosexuales, árabes, judíos e inmigrantes eran el blanco de las palizas de estos ocho jóvenes con edades comprendidas entre los 17 y los 21 años, según las acusaciones de los investigadores policiales.
La mayoría de detenidos confesaron ayer haber atacado a decenas de personas, principalmente trabajadores extranjeros en la zona de la estación central de autobuses de Tel Aviv, y haber matado con crueldad a centenares de gatos, según fuentes policiales.
La banda es además sospechosa de haber pintado cruces gamadas nazis y el nombre de Adolf Hitler en una sinagoga de la ciudad de Petaj Tikva, próxima a Tel Aviv.
Sus integrantes se proponían además celebrar el cumpleaños del líder nazi en el Museo del Holocausto (Yad Vashem) de Jerusalén, según fuentes policiales que cita la prensa israelí.