El Ejército israelí mató ayer a tres niños palestinos e hirió a dos, todos de la misma familia y con edades comprendidas entre los diez y los doce años, en un ataque con un tanque en el norte de la franja de Gaza.
El proyectil les sorprendió cuando se acercaban a una lanzadera de cohetes de fabricación casera que previamente había empleado un miliciano palestino para atacar el sur de Israel, según testigos.
El ataque tuvo lugar entre el campo de refugiados de Yabalia y la cercana localidad de Beit Hanun, agregaron las fuentes.
Las víctimas han sido identificadas como Mahmud Abu Ghazla, de diez años, su hermana Sarah, de la misma edad, y su prima Yihya, de doce.
Una portavoz del Ejército israelí confirmó un ataque de fuerzas terrestres contra «entre dos y cinco lanzaderas» de cohetes artesanales en la zona industrial de Beit Hanun, al «comprobar que había personas», sin precisar si eran milicianos.
Después, agregó, el mando militar recibió la información de que las víctimas eran niños.
«No es la primera vez que milicianos palestinos emplean a niños para transportar las lanzaderas», apuntó la portavoz en referencia a la muerte, hace ocho días, de otros dos menores palestinos en similares circunstancias, también en el norte de Gaza.
Las tres víctimas de hoy se suman a la treintena de palestinos muertos la pasada semana por ataques del Ejército israelí en Gaza.
La Franja, controlada por Hamás desde el pasado junio, es el escenario casi diario de «asesinatos selectivos» o de ataques en represalia por el lanzamiento de cohetes de fabricación casera «Al Kassam».
Según el Ejército israelí, 118 de estos proyectiles han caído en el sur del Estado Judío en lo que va de mes.
Uno de ellos hirió levemente a un israelí al impactar ayer en su vivienda de la localidad de Sderot, situada a unos dos kilómetros de la franja palestina.
Mientras, en el norte del otro territorio palestino, Cisjordania, el Ejército israelí lleva a cabo desde esta mañana una operación de búsqueda de milicianos en la que ha herido a veinte palestinos, uno de ellos de gravedad, según fuentes médicas y de seguridad palestinas.
En la acción, apoyada por decenas de vehículos del Ejército israelí, Mohamed Daud, de 18 años, recibió un disparo en la cabeza y se encuentra internado con pronóstico grave en el hospital Rafidia de Naplusa.