Altos cargos del Ejército del Reino Unido han recomendado al primer ministro británico, Gordon Brown, que proceda sin dilación a la retirada de las tropas de Irak tras asegurar que a éstas no les queda «nada más» por hacer en el sureste del país árabe, indicaba ayer «The Independent On Sunday».
Unos 5.500 efectivos británicos continúan desplegados en operaciones de combate en la zona de Basora, al sureste de Irak. El pasado mes, tras una reunión con el presidente de EEUU, George W. Bush, en Camp David, Brown anunció que la decisión de transferir el poder a las autoridades locales en la provincia de Basora se haría en base al consejo de los militares británicos al mando en esa zona de conflicto.
El premier británico aseguró que el Gobierno emitiría al respecto un comunicado ante el Parlamento en octubre.
Dos generales británicos señalaron al mencionado periódico que el consejo militar dado al primer ministro recomendaba ceder el Palacio de Basora, donde están desplegados 500 británicos, a las autoridades iraquíes. «Hemos hecho lo que hemos podido», aseguraron estas fuentes al rotativo, al que añadieron que las tropas británicas no pueden lograr «nada más» en ese país. El Ministerio de Defensa del Reino Unido anunció el pasado julio que el número de militares británicos desplegados en Irak se reducirá en 500 soldados con el próximo relevo a final de año.
Por otra parte, al menos quince personas fueron secuestradas ayer por un grupo de insurgentes en el barrio de Bab al Muazam, en el centro de Bagdad, informaron fuentes del ministerio de Interior iraquíes.
Los secuestrados viajaban a bordo de un microbús que se dirigía a una estación de autobuses, cuando los rebeldes, que instalaron un puesto de control falso, los obligaron a bajarse del vehículo a punta de pistola y los capturaron. Los secuestrados eran vecinos de Bagdad.